Al diputado de Antioquia, Gabriel Jaime Giraldo, le estaría llegando en los próximos días una notificación (podría ser con sanción, ¿suspensión temporal del cargo o hasta definitiva?). El argumento: tal parece, no ha actualizado en las plataformas, como funcionario público lo debe hacer, información personal, como declaración de bienes y servicios.
Sería, ¿Prevaricato por omisión?
Esto se produce cuando un servidor público omite, retrasa, rehúsa o niega un acto propio de sus funciones, también a sabiendas de que su omisión es contraria a la ley.
El cuento no para aquí…
Fuentes fidedignas, que habitan más en la Asamblea de Antioquia que en sus propias casas, nos advierten que este diputado del suroeste antioqueño, militante del Centro Democrático, también “está en la mira” por posible violación al régimen de inhabilidades e incompatibilidades. Tal parece que un cercano a su familia fue contratado en su unidad de apoyo, NO se puede hacer.
“Amanecerá y veremos” cómo dirá el ciego. Lo que sí es claro, es que le llegará su notificación.
